Cuando los puertorriqueños pronuncian el nombre de Roberto Clemente, quieren que el mundo entero entienda su orgullo, unidad y cultura.
Cuando los puertorriqueños pronuncian el nombre de Roberto Clemente, quieren que el mundo entero entienda su orgullo, unidad y cultura.
Para ellos, Clemente representa el pináculo de lo que significa ser un auténtico boricua. Su nombre está en sus canciones. Los niños leen su historia en la escuela. Su imagen se muestra en las casas de muchos peloteros latinoamericanos.
“Si alguien nos reta a hacerlo para saber quiénes somos, la respuesta es que todos somos el número 21”, dijo Luis Clemente, uno de los hijos de Roberto. “Somos Roberto Clemente. Sabes quiénes somos. Es el rostro de lo que te hace puertorriqueño”.
Cincuenta años después de su muerte, Roberto Clemente, el talentoso jardinero de los Piratas de Pittsburgh, sigue siendo una de las figuras más reverenciadas de Puerto Rico y de América Latina.
Su estilo elegante y el poder de su brazo no tuvieron rival en su época. Pero sus esfuerzos humanitarios constituyen tal vez su mayor legado.
Medio siglo después de que jugó muchos de los peloteros latinoamericanos de hoy le agradecen el haberles allanado el camino.
(Con información de Los Ángeles Time)
Comments