El FBI tenía identificados a sospechosos de su asesinato
Caso Carlos Muñiz Varela: el FBI tenía identificados a sospechosos
domingo, 16 de abril de 2023 - 11:40 p.m.
Por José A. Delgado, ENDI
Carlos Muñiz Varela fue ejecutado el 28 de abril de 1979. (GFR Media)
Washington - Ocho meses después del asesinato de Carlos Muñiz Varela, pionero de los viajes del exilio cubano a La Habana, el Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) tenía identificados cuatro sospechosos, según un documento desclasificado.
“Es el primer documento que hemos logrado desclasificar en el que marcan a cuatro personas. También es el primero en el que hacen un resumen de las cosas públicas que se conocen”, dijo Raúl Álzaga Manresa, portavoz del Comité, en entrevista con El Nuevo Día, al hablar de un caso en el que las autoridades federales y boricuas han identificado sospechosos sin acusar a nadie.
Muñiz Varela murió el 30 de abril de 1979, dos días después de ser tiroteado mientras manejaba su automóvil por una calle de Guaynabo.
En esos momentos -bajo amenazas de la derecha extrema cubana-, Muñiz Varela, Álzaga Manresa y Ricardo Fraga comenzaban a promover viajes de exiliados cubanos de San Juan a La Habana, a través de la agencia Viajes Varadero.
“Testigos en la escena del asesinato establecieron que tres individuos, en un carro color verde, se detuvieron frente a Muñiz y abrieron fuego”, sostiene el documento, que fue enviado, en julio de 2022, al abogado Alejandro Torres Rivera, asesor legal del Comité de Amigos y Familiares, pero fue recibido meses después.
La información desclasificada alude a atentados con bombas en contra de Viajes Varadero -el 4 de enero y el 26 de julio de 1979-, y a una campaña de descrédito hacia la agencia de viajes que desarrolló, desde un mes antes, la publicación de la derecha del exilio cubano “Crónica Gráfica”.
También menciona comunicaciones del 30 de abril de 1979 -mayormente, con tachaduras- de un informante del FBI, un mensaje amenazante a Viajes Varadero poco antes del asesinato y llamadas a emisoras de radio en las que supuestos portavoces de los grupos Cero y Omega Siete reclamaron la autoría del asesinato.
Información desclasificada divulgada hace una década reveló que el FBI vinculó con el asesinato a la Coordinadora de Organizaciones Revolucionarias Unidas (CORU), la que describió como “una organización terrorista anti-Castro”.
Desde el 1 de febrero de 1978, la oficina del FBI en San Juan había notificado a la oficina central de Washington D.C. que tenía bajo investigación a Julio Labatud -quien falleció en agosto de 2007- para determinar “su potencial de actividades violentas a nombre de CORU o la posibilidad de que se convirtiera en un informante”.
Previamente, se conoció, por medio de otros documentos del FBI, que las autoridades federales consideraban a Labatud, Reynol Rodríguez, Otto Poland y Osvaldo Bencomo como miembros de la CORU. Rodríguez -quien reside en Miami (Florida)- ha sido un potencial testigo del caso, pero se acogió a la Quinta Enmienda de la Constitución estadounidense cuando el Departamento de Justicia buscó entrevistarle.
“Lo interesante es que, en este resumen (de diciembre de 1978), ni aparece información sobre Julio Labatud”, dijo Álzaga Manresa, quien sostuvo que habían solicitado, antes que se les enviara ese documento, información sobre el exsenador Nicolás Nogueras, Antonio de la Cova, Félix “Tuto” Zabala y Enrique González.
De la Cova fue editor del periódico “Crónica Gráfica”; Zabala, quien fue promotor de boxeo, habría sido informante del FBI; y González, según documentos policiales, fue sospechoso del ataque con bombas contra un evento del Partido Socialista Puertorriqueño en Mayagüez, ocurrido el 11 de enero de 1975 y en el que murieron dos trabajadores.
La escasa información que ofrece el FBI es otra evidencia de que la policía federal “sigue arrastrando los pies” en torno a su colaboración con la pesquisa del Departamento de Justicia de Puerto Rico sobre este caso, sostuvo Álzaga Manresa.
“A pesar de que han compartido alguna información con el Departamento de Justicia de Puerto Rico, no han compartido toda la información que tienen”, agregó. El Comité de Amigos y Familiares de Carlos Muñiz Varela abrigó esperanzas de que la investigación iba camino a completarse, después que, en diciembre de 2016, el entonces secretario de Justicia, César Miranda, dejó un informe digitalizado de más de 300 páginas que identificó a un grupo de personas que “planificó, encubrió y participó” en el asesinato. Justicia, sin embargo, necesitaba contactar a informantes y agentes jubilados del FBI. Pero casi nada ha pasado este cuatrienio, pese a que el secretario Domingo Emanuelli expresó, en 2021, su intención de pisar el acelerador en torno a la investigación y promovió nuevas conversaciones con el FBI a nivel local.
Hace unos meses, se produjo la renuncia, al Departamento de Justicia, del fiscal Pedro Tomás Berríos Lara, quien estuvo a cargo de las investigaciones de los casos de Muñiz Varela y Santiago Mari Pesquera, hijo del legendario líder socialista Juan Mari Brás, asesinado en 1975.
Berríos Lara había sido trasladado al distrito de Bayamón, lo que le restó tiempo para esas investigaciones. “Hemos buscado evidencia por nuestra cuenta, para llevársela al Departamento de Justicia”, dijo Álzaga Manresa. Para el portavoz del Comité de Amigos y Familiares, en Puerto Rico puede hacer falta una “comisión de la verdad”, formada por prominentes juristas, abogados e intelectuales, que se proponga investigar los asesinatos de Muñiz Varela, Mari Pesquera, Antonia Martínez y el ataque de 1975 en Mayagüez, entre otros. “Vamos a seguir luchando, y sabemos que, para el aniversario 50, entra una regla de acceso a material clasificado que puede permitir una apertura y dar paso (a información adicional)”, sostuvo Álzaga Manresa, quien aún está pendiente de gestiones de un amigo mutuo para ver si el secretario Emanuelli vuelve a darles audiencia y se revive el interés en la investigación.
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