Víctima de sucesivas ocupaciones por parte de Estados Unidos (1915-1934); de misiones de Naciones Unidas para el restablecimiento de la paz, 60 años después; del arribo de soldados estadounidenses, en 1994, “para restaurar la democracia”; de una nueva intervención norteamericana y de fuerzas europeas, en 2004, para “restaurar el orden”; no han llevado la paz, la estabilidad ni el desarrollo a este hermano país.
Organizaciones de la comunidad latinoamericana y caribeña que compartimos elvalor de la Solidaridad, reafirmamos nuestro apoyo al pueblo haitiano.Haití fue la primera nación de América Latina y el Caribe en declarar su independencia y liberarse de la esclavitud, afirmándose como la primera Repúblicanegra, acciones que pusieron en jaque la lucrativa producción azucarera de Francia. Como respuesta, el gobierno francés le exigió a la nueva República una indemnización de 150.000.000 de francos, creándole una deuda que no le permitió a Haití desarrollarse. Por temor a que su ejemplo pudiera extenderse a las colonias de la región, Haití fue censurada en aquel momento y, desde entonces, Estados Unidos y las potencias europeas se han disputado su influencia sobre elpaís caribeño.
Víctima de sucesivas ocupaciones por parte de Estados Unidos (1915-1934); de misiones de Naciones Unidas para el restablecimiento de la paz, 60 años después; del arribo de soldados estadounidenses, en 1994, “para restaurar lademocracia”; de una nueva intervención norteamericana y de fuerzas europeas, en 2004, para “restaurar el orden”; no han llevado la paz, la estabilidad ni el desarrollo a este hermano país.
Todas estas intervenciones se han visto manchadas de acusaciones de abuso sexual, introducción de enfermedades y epidemias como el cólera, represión, asesinatos, violencia, robo de recursos, corrupción, procesos electorales fraudulentos, exclusión de las fuerzas progresistas de todo proceso y la consolidación de pandillas armadas, financiadas por las propias potencias imperialistas, al servicio del poder. Esas misiones no van a proteger a la población haitiana.
Las intervenciones y misiones se justifican en la necesidad de proteger las inversiones multinacionales y usurpar el territorio haitiano, rico en minerales, para desarrollar la industria armamentista. Desde la Red Continental Latinoamericana y Caribeña de Solidaridad con Cuba y las Causas Justas, alzamos nuestras voces para condenar cualquier intervención extranjera para solucionar una situación que solo compete al pueblo haitiano.
Apoyamos el Acuerdo de Montana, presentado por grupos progresistas haitianos,con participación de sectores políticos y sociales, que propone la instauración de un Consejo Nacional de Transición para la celebración de elecciones libres ydemocráticas, en ese hermano país. Este Acuerdo ha sido avalado, además, por la diáspora haitiana.
Es momento de cerrar filas con el pueblo haitiano para propiciar un proceso de transformación verdaderamente justo, que le devuelva a este pueblo hermano su memoria histórica, su soberanía, un gobierno basado en principios democráticos y una vida digna.
¡Por un Haití soberano!¡Por el respeto a la dignidad del pueblo haitiano!¡No a la invasión extranjera!
RED CONTINENTAL LATINOAMERICANA Y CARIBEÑA DE SOLIDARIDADCON CUBA Y LAS CAUSAS JUSTAS
DECLARACIÓN DE LA RED CONTINENTAL LATINOAMERICANA EN APOYO A HAITI-112 de marzo de 2024.
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