POR SETH GALINSKY
Y MATILDE ZIMMERMANN
SAN JUAN, Puerto Rico — En respuesta al hostigamiento por el FBI de los participantes de una brigada de solidaridad con Cuba tras su retorno a Puerto Rico, el Comité de Solidaridad con Cuba de Puerto Rico ha convocado una protesta en el edificio federal aquí el 17 de septiembre a las 11 a.m. La acción también exige el fin del bloqueo norteamericano contra Cuba.
Esta operación de la policía política de Washington es un ataque a los derechos de todos en la isla y más allá.
Del 23 al 26 de agosto, agentes del FBI visitaron o llamaron a cerca de 60 personas en esta colonia norteamericana de los que participaron en la Brigada de Solidaridad Juan Rius Rivera que viajó a Cuba en julio o que trabajan con el comité. Algunos agentes alegaron que estaban investigando “actividades criminales”, la violación de una “ley federal” que no nombraron o la “infiltración” de la seguridad cubana. Dos activistas partidarios de Cuba en Estados Unidos también recibieron llamadas del FBI sobre la brigada puertorriqueña.
El acoso del FBI es “una clara señal de que nuestro activismo ha tenido un efecto positivo”, dice una declaración del comité de solidaridad emitida el 8 de septiembre.
Tan pronto como Milagros Rivera, presidenta del Comité de Solidaridad con Cuba, se enteró de lo que estaba haciendo el FBI, envió una alerta, recordando a todos que no hay razón, legal o de otro tipo, para responder a cualquier pregunta del FBI.
“El FBI es un instrumento para perpetuar el colonialismo en nuestro país”, dijo Rivera. “Están tratando de intimidarnos y asustarnos y criminalizar la solidaridad con Cuba”.
Washington se apoderó de Puerto Rico, Guam y Filipinas, y colocó tropas en Cuba, después de derrotar a los gobernantes españoles en su primera guerra imperialista en 1898. El control norteamericano de Puerto Rico fue ratificado posteriormente por la Corte Suprema de Estados Unidos, que dictaminó que las “leyes insulares” aprobadas por el Congreso establecen que las protecciones constitucionales que no son “fundamentales” no se aplican aquí, porque es una colonia de Estados Unidos. Puerto Rico tiene su propia Constitución que incluye una Declaración de Derechos diluida, que sí incluye la libertad de expresión, de prensa y de asamblea.
Cuando WAPA-TV News llamó a la oficina del FBI en San Juan para indagar sobre las visitas, un portavoz del FBI se negó a comentar, y dijo que el FBI no investiga a personas por su política o sus creencias.
Pero eso es una flagrante mentira.
El FBI tiene un largo historial de perseguir a sindicalistas, partidos políticos obreros, activistas por los derechos de los negros y opositores de la política del gobierno norteamericano en Estados Unidos y en Puerto Rico.
Agentes del FBI fueron enviados a la isla en 1936 cuando un fiscal federal local se quejó ante el director del FBI, J. Edgar Hoover, de que el dirigente del Partido Nacionalista, Pedro Albizu Campos, estaba publicando “artículos que insultaban a Estados Unidos” y dando “discursos públicos a favor de la independencia”.
En 1937, Albizu y otros nacionalistas fueron encarcelados por cargos de conspiración para derrocar al gobierno de Estados Unidos, sin ninguna evidencia de haber cometido un solo acto ilegal.
Cuando los gobernantes norteamericanos entraron en la Segunda Guerra Mundial, Washington ofreció a Albizu y otros nacionalistas su libertad si aceptaban suspender toda actividad a favor de la independencia durante la guerra. Se negaron.
Impacto de la Revolución Cubana
En los años 60, el gobierno de Estados Unidos lanzó Cointelpro (programa de contrainteligencia) dirigido contra las actividades políticas de millones de personas en Estados Unidos, incluido el Partido Socialista de los Trabajadores. Sus 37 operaciones de obstrucción en Puerto Rico estuvieron entre las campañas de Cointelpro más grandes del FBI.
El derrocamiento en 1959 de la dictadura de Fulgencio Batista en Cuba, que era respaldada por Washington, tuvo un gran impacto entre el pueblo puertorriqueño. La victoria del movimiento revolucionario cubano, encabezado por Fidel Castro, demostró que es posible conquistar una verdadera independencia y hacer una revolución socialista.
Washington y el FBI dieron luz verde a los grupos cubanos contrarrevolucionarios en Puerto Rico para perseguir a los partidarios de la revolución en la isla.
Un ejemplo de ello es el asesinato en 1979 en San Juan del cubano Carlos Muñiz Varela, fundador de la revista Areíto y de la Brigada Antonio Maceo. La brigada fue formada por jóvenes cubanos en Estados Unidos y Puerto Rico que luchaban por la normalización de las relaciones entre Washington y La Habana.
Raúl Alzaga, quien trabajó con Muñiz, es uno de los que el FBI llamó a finales de agosto. Como resultado de los esfuerzos de Alzaga y otros durante décadas, se han hecho publico miles de páginas de documentos del FBI que prueban que la agencia había infiltrado a los grupos contrarrevolucionarios cubanos y, como mínimo, sabía quiénes eran los asesinos y quién les pagó. Pero nadie ha sido procesado por el asesinato.
Cuando el FBI llamó esta vez, Alzaga pensó que lo llamaban para informarle que iban a hacer público más de los documentos que había estado buscando durante décadas. “Pero luego dijeron que no, que tenían preguntas sobre Milagros Rivera”, dijo Alzaga al Militante. “Yo les dije, entonces no tengo nada que decir”.
El Comité de Solidaridad con Cuba está solicitando a opositores del embargo norteamericano contra Cuba, a sindicatos, defensores de las libertades civiles y otros a que envíen mensajes de protesta contra el acoso por el FBI. Por favor envíelos a cscpr2020@gmail.com.
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