Por: Pedro Pablo Gómez
Ex Director de la Revista Habanera del ICAP
Arte digital: Luis Alonso Vega
Dos figuras que cimentaron la historia de la Revolución
“Cuba es faro y guía para todos aquellos pueblos que aspiran a la verdadera independencia y soberanía. La honestidad, la ética, la moral, la verdad como divisa, la justicia social y el internacionalismo ha caracterizado el proceso revolucionario cubano, que se fortalece gracias a la unidad de nuestro pueblo, a la sabia dirección de los líderes del partido y gobierno y a la labor solidaria e indestructible de los pueblos hermanos representados en más de 2000 asociaciones de amistad en todo el mundo.”
El Proceso histórico de la Revolución
Ninguno de los habitantes de nuestro planeta podía imaginarse a mediados del siglo XX, que en una pequeña Isla de nuestro Caribe, podría desarrollarse un proceso político que culminara con una verdadera Revolución, a solo noventa millas del país capitalista más poderoso del mundo. Esa Revolución tuvo lugar en Cuba.
Desde antes del 1 de enero de 1959, la administración del gobierno de Estados Unidos, vislumbró las posibles consecuencias del triunfo de un movimiento revolucionario. De ahí surgió la política de tratar de aplastar el floreciente Movimiento-Nacional-Liberador, integrado por las organizaciones revolucionarias: Movimiento 26 de Julio, el Directorio Revolucionario 13 de Marzo y el Partido Socialista Popular. Esas organizaciones, junto a la mayoría del pueblo, lograron el objetivo de tomar el poder y de esta forma iniciar el camino hacia la verdadera independencia y soberanía del país, liderados por un joven abogado de 33 años de edad, Fidel Castro Ruz.
En el desarrollo de su proceso histórico, Cuba tuvo la suerte de contar con dos figuras, que en épocas diferentes, consiguieron unificar a los cubanos para obtener la victoria de sus ideas libertarias. El primero, José Martí Pérez, hombre de palabra, pensamiento y acción, que logró la victoria contra la colonia española y el establecimiento de la República de Cuba, en aquellos momentos mediatizada por la oportunista intervención del gobierno de Estados Unidos. La otra personalidad fue Fidel Castro Ruz, formado en los valores e ideas del Apóstol. Fidel inició el proceso revolucionario que culminó con uno de los hechos más trascendentales del siglo XX: la Revolución Cubana, sobre la base de la unidad de todos los cubanos.
La transformación
“Ser cultos para ser libres”
Pero una Revolución, para ser real, tiene que enfrentarse a lo que dejaba el sistema imperante en un país subdesarrollado y dependiente, con un alto por ciento de analfabetismo, insalubridad, desempleo y carente de los más elementales derechos humanos, como el derecho a la vida y al desarrollo. De esta forma y bajo la premisa del pensamiento martiano: “Ser cultos para ser libres”, se dio inicio al proceso emancipador. Cuba escogió la construcción de una sociedad “Con todos y para el bien de todos”.
En todo este proceso, un papel fundamental se le adjudica al partido, surgido durante el proceso libertario y enriquecido con las ideas de los protagonistas principales de toda esta epopeya heroica, convirtiéndose en la vanguardia del pueblo.
Desde entonces, la Revolución Cubana ha roto en múltiples ocasiones planes y proyectos del enemigo en todos los frentes: sabotajes, atentados, guerras bacteriológicas, invasiones mercenarias, actos terroristas, agresiones políticas y muchas otras, con el objetivo de destruir a Cuba. No existen antecedentes históricos en ningún país, que haya podido resistir este cerco durante todas estas décadas. El ejemplo más fehaciente es la permanencia de la injusta e inhumana política de bloqueo económico, comercial y financiero contra el pueblo cubano, que hoy se ve reforzado con más de 150 medidas. Se trata del bloqueo más largo de la historia de la humanidad, que apuesta a rendir por hambre al pueblo cubano, sembrar el desaliento y la insatisfacción e impedir el desarrollo de nuestra economía.
A pesar del bloqueo, Cuba ha enviado su ayuda solidaria a otras partes del mundo y ha contribuido al desarrollo de otras naciones. Su glorioso ejército de batas blancas, representado en las Brigadas Henry Reeve ha combatido la Covid-19 en más de 50 naciones, de ellos en más de 20 naciones caribeñas con la anuencia de sus gobiernos, donde Cuba ha tenido siempre una mano amiga.
Transcurridos 62 años de aquel 1ro de enero de 1959, y contra viento y marea, se mantiene en Nuestra América el bastión revolucionario cubano, que ha contado siempre con el apoyo masivo de los representantes de los pueblos del mundo que de forma solidaria, han acompañado a la Revolución Cubana en su lucha incesante por lograr un mundo mejor a peso de todos los intentos de destruirla. Sus voces y acciones se han levantado siempre a favor de Cuba aún en circunstancias muy difíciles por las condiciones de sus propios países y sin mediar interés alguno.
La inspiración del Mundo
Cuba es faro y guía para todos aquellos pueblos que aspiran a la verdadera independencia y soberanía. La honestidad, la ética, la moral, la verdad como divisa, la justicia social y el internacionalismo ha caracterizado el proceso revolucionario cubano, que se fortalece gracias a la unidad de nuestro pueblo, a la sabia dirección de los líderes del partido y gobierno y a la labor solidaria e indestructible de los pueblos hermanos representados en más de 2000 asociaciones de amistad en todo el mundo.
A nuestros hermanos caribeños, transmitimos la firme convicción de que continuaremos el camino emprendido en enero de 1959, perfeccionando nuestro proyecto social socialista y fortaleciendo los lazos históricos que unen a la familia caribeña.
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