Otra infamia más contra el beisbol caribeño, han cometido los acaudalados empresarios dueños de los equipos profesionales de la región y los multi-millonarios de las llamadas Grandes Ligas de USA, al volver a excluir a la potencia mundial del béisbol de Cuba, en la Serie del Caribe 2022.
Este último capítulo del indignante bloqueo deportivo contra Cuba, fue iniciado por el gobierno del nefasto Trump, cuando en el evento San Juan 2020, le negaron las visas a los peloteros cubanos, a través de las autoridades aduaneras imperiales de USA. Como se sabe, esa nación dividida y en decadencia social, todavía controla la entrada y salida del territorio nacional puertorriqueño, desde su invasión militar del 25 de julio de 1898.
Para esconder las garras del atropello contra Cuba, el abogado y acaudalado empresario dominicano que preside la Confederación del Beisbol del Caribe, Juan Puello, indicó que se trataban de “asuntos políticos”. Esto sin referirse a la evidente artimaña de USA contra Cuba, por su ejemplo de dignidad y resistencia para el mundo.
Con ese estilo acomodaticio, Puello evadió el problema de fondo, que es el boicot a Cuba por parte de los económicamente poderosos dueños de equipo, de las llamadas Grandes Ligas. Este acto tan denigrante para el beisbol caribeño, es la versión en el plano deportivo, del criminal bloqueo económico y financiero de la heroica Cuba. El mismo que ya cumple más de sesenta años, sin poder doblegar a Cuba.
Veamos como se planificó y ejecutó este operativo de inteligencia de USA. Todo comenzó -como dijimos antes- al negarle las visas a los peloteros cubanos para San Juan 2020. En ese momento, el amo del norte aprovechó y presionó aún más a la Confederación del Caribe, logrando que también se castigara a Cuba para Mexico 2021 y República Dominicana 2022.
O sea, USA no le otorga las visas para San Juan 2020 y adicionalmente le impiden arbitrariamente participar en los próximos dos clásicos. ¡Esta es una verdadera afrenta imperial a todas nuestras naciones caribeñas, latinoamericanas y del mundo!
En la práctica, la llamada “Winter League de USA”, conspira y logra excluir a Cuba durante tres años consecutivos, de manera discriminatoria de un solo golpe. Así se elimina el derecho de Cuba, a participar de esta importante contienda deportiva, donde participan los equipos campeones de seis de las ligas de béisbol de nuestra región.
Curiosamente, todo este operativo se planifica, luego que Cuba resultó Campeón del Caribe en Panama 2019, volviendo a proyectarse internacionalmente como una potencia indiscutible del béisbol. Millones de deportistas vieron y se gozaron por televisión esta gesta histórica de Cuba.
A propósito, recordemos que Cuba fue la propulsora y fundadora principal de estas competencias. Allí el beisbol y el deporte de alto rendimiento en general -sobretodo desde el triunfo de la Revolución Cubana de 1959- ha brillado con luz propia y eso le duele al imperio. Resulta ser un mal ejemplo a seguir y hay que castigarla, expulsándola de las Series del Caribe.
Reiteramos que ha quedado evidenciado por los propios directivos de la Confederación, que los obstáculos para la participación de Cuba en las Series del Caribe, son realmente producto de las presiones directas del Gobierno de USA. Eso se intenta esconder detrás del telón ante la opinión pública, con total desprecio a la verdad.
Esta patraña hay que denunciarla con indignación y pedirle cuentas a esa dirección de la Confederación que organiza la Serie de Beisbol del Caribe. Quedarse callados y mirar para el lado, no es opción para los sectores que respetan la bien ganada soberanía de Cuba. La solidaridad con la patria de Jose Marti, resulta hoy un imperativo moral.
Además, ese liderato timorato y cobarde de la Confederación ha desarrollado acciones dilatorias, para impedir la aprobación como miembro pleno de Cuba en dicha entidad. Esas han sido las verdaderas intenciones de Puello desde Guadalajara 2018, aunque inicialmente se proyectaba hipócritamente como defensor de Cuba.
Ya para Panamá 2019, comenzó a resbalar cuando señaló que “no existía aún una licencia que permitiera una relación contractual con Cuba.” Para entonces, también dijo para las gradas, como un politiquero barato, haciéndose el inocente: “Dios quiera que se resuelva, y antes de que yo salga se haga realidad el sueño.”
Sin embargo, la verdad es que tanto el presidente de la Confederación, como los acaudalados empresarios de los equipos profesionales y sus amos del norte, se han salido con la suya. Se han confabulado para expulsar injustamente a Cuba de la Serie del Caribe durante los últimos tres años.
Igualmente se hizo a principios de la década del 1960, al suspender abruptamente la celebración del evento en La Habana, por designios de USA, ante el histórico triunfo de la Revolución Cubana. En aquella ocasión se lo otorgaron a la vitrina rota del capitalismo salvaje de Miami, que casualmente también será la sede del 2024.
Finalmente, no olvidemos que la Serie del Caribe se inició en en La Habana, en 1949. Esa Confederación nacio un año antes en la misma ciudad, como una iniciativa del béisbol cubano, como se ha comprobado en múltiples investigaciones. Es decir, después de todo, Cuba es la fundadora de esta prestigiosa competencia deportiva internacional, que une a los pueblos caribeños.
Digámoslo fuerte y claro: Cuba nunca se ha negado a participar de esta prestigiosa justa deportiva, que ella misma originó. A Cuba la han expulsado arbitrariamente, cómo parte del bloqueo criminal de USA y de sus lacayos, vestidos de dueños de equipos del béisbol profesional de nuestra región y de USA.
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